miércoles, 13 de marzo de 2013

EL ANGEL DEL HOGAR Y LA CRISIS ECONÓMICA



 EL ANGEL DEL HOGAR Y LA CRISIS ECONÓMICA



Cuando ya las mujeres pensábamos que habíamos conseguido la igualdad de  oportunidades con los hombres, retorna un gobierno liberal, y a poco de cumplir un año de mandato, el Fondo Económico Mundial realiza un informe donde dice que España ha bajado 14 puestos en función del grado de equilibrio social que han conseguido entre sexos. “España va para atrás en relación a los temas de igualdad de género: ha retrocedido 14 puestos en el ranking situándose en el puesto 26, por detrás de Mozambique o Burundi. Una vez más los países nórdicos -Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia- se llevan los laureles, pues han cerrado la brecha económica por razón de género en un 80%, frente a la media de un 60% a nivel mundial.”
Actualmente nos encontramos en época de crisis económica donde la situación es nefasta y el gobierno tiene que tomar medidas “de austeridad” para poder salir  adelante, se justifica por  que las necesidades son muy grandes y como consecuencia se tienen que tomar disposiciones difíciles y duras. Esta justificación no pinta nada bien, me retrotrae a otras épocas, a otros tiempos. Si miramos hacia atrás, mirada que es indispensable, ya que la historia siempre nos muestra el porqué del recorrido trazado, veremos de donde venimos y a donde vamos. Pues bien, una parada indispensable se produce sobre el año 1936 y  La sección femenina  cuyo elemento esencial consiste en  proponer el modelo de mujer a seguir, buenas madres y buenas esposas, es la mujer que no habla, sumisa (aunque hay una élite de mujeres que son las que forman al resto) que se sacrifica, que vive para los demás.  El papel de la mujer era de invisibilidad luego su forma de comportarse tenía que ser recatada.

Se encarga entre otras cosas de la educación de las mujeres, las dirige en cómo tienen que  ser su comportamiento. Escribe las mil reglas que se necesitan para conseguir que la mujer aglutine entorno suyo a la familia, con la ayuda de la iglesia, proponiendo unos principios religiosos, “sumisión respetuosa y amorosa a la jerarquía de la iglesia, cuyas direcciones y consejos serán sagrados para ellas”[1]. El régimen quería que las mujeres reconquistaran el hogar, las animaba llamándolas “el ángel del hogar” , lo hacía por motivaciones económicas, ideológicas y demográficas. Las utilizaba.

Aunque suene escalofriante uno de los argumentos principales de la sección femenina era la excepcionalidad, todas esas normas tan estrictas eran tomadas como consecuencia de la situación  excepcional que se vivía, primero la guerra civil y luego la posguerra.

Ahora se produce lo mismo, en  una situación de crisis, hay que tomar medidas excepcionales. La historia se repite,  aunque eso si, de manera indirecta, se nos devuelve al hogar por motivos económicos, no hay empleo,  las mujeres tenemos que estar en casa como cuidadoras (eso que se ahorra el Estado) y demográficamente, España es un país envejecido. Hace falta que las mujeres tengan más hijas e hijos. Todo esto utilizando primero el adoctrinamiento (la nueva ley de educación, segregación y financiación de los colegios privados) y servicio a la comunidad, la labor asistencial que nos vuelve a tocar a las mujeres (la ley de la Dependencia se vacía de contenido).

En la actualidad los recortes propuestos por el Gobierno dificultan más, si se puede, la crianza de nuestra infancia y el cuidado de las personas mayores,  ambos cuidados afectan en mayor medida a las mujeres,  la situación laboral, sigue siendo precaria, contratos de media jornada y mayor índice de desempleo. Los recortes sociales como guarderías, comedores escolares, les afecta directamente, puesto que dificulta que la mujer pueda trabajar fuera del hogar y conciliar. También la corresponsabilidad todavía no es compartida por las familias.

Siglos atrás las mujeres vivían sometidas por el sistema patriarcal. Muchas se revelaron e incluso perdieron la vida, luchando por sus derechos. Pero han pasado los años y el patriarcado lejos de desaparecer ha ido mutando, adaptándose a los tiempos, camuflándose.

Después de años de lucha y de los diferentes feminismos y olas  feministas, cuando ya creíamos que todo estaba conseguido, miramos a nuestro alrededor y vemos que el mundo sigue separado en rosa y en azul[2] con toda la información implícita que esto supone.




Lola Delgado Rodríguez 



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